Poemas de amor para dedicar este 14 de febrero Pablo Neruda

¿Quieres dedicar un poema de amor para este 14 de febrero? Los poemas de Pablo Neruda nunca fallan. Aquí tres ejemplos.

Ciudad de México, México.- ¿Quieres dedicarle algo a la persona amada y no se te ocurre nada? No te preocupes. La poesía te ayuda a enamorar más a esa persona que es tan especial para ti.

Toma nota de estos poemas del chileno Pablo Neruda, un hombre con gran inspiración y el talento suficiente para plasmar emociones en papel. ¿Sabías que su nombre completo es Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto? Mejor aún, ¿sabías que Gabriel García Márquez lo nombró el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma?

Aquí sólo tres de la muy vasta y hermosa obra de Pablo Neruda, ¿te gustaría dedicarlos?

POEMA 12: PARA MI CORAZÓN BASTA TU PECHO…

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

POEMA 15: ME GUSTAS CUANDO CALLAS PORQUE ESTÁS COMO AUSENTE

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


LA REINA

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.

Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.

Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.

Sólo tú y Yo,
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.

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